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La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) informó que representantes de las comunidades campesinas, indígenas y municipios, situadas en el área de influencia del gasoducto Bolivia - Brasil, destacaron el aporte de la empresa Gas TransBoliviano (GTB S.A.) al desarrollo de cada región, durante la 18ava inspección del Derecho De Vía (DDV) realizada al trayecto.

“Desde el inicio de operaciones del gasoducto no se han registrado conflictos sociales que hayan perjudicado la operación del mismo, lo que muestra la excelente relación entre la empresa y las comunidades campesinas, indígenas y municipios de la zona”, destaca el reporte de la estatal.

Todas las comunidades y organizaciones indígenas y campesinas vecinas de la zona de influencia del gasoducto, son beneficiadas cada año por GTB S.A. con obras; para ello plantean, al inicio de cada gestión, un plan de inversión que es consensuado y analizado, previa inspección de factibilidad de la empresa, para poner en marcha el proyecto.

Son nueve comunidades indígenas, cuatro guaraníes (Nueva Esperanza, San Juan de Camargo, Joseravi y Tentarembey) y cinco chiquitanas (Candelaria, Santa Ana, Palmito, Yacuses y Carmen de la Frontera), cuyos habitantes suman un total de 3.500 que en conjunto ocupan un territorio aproximado de 30.000 hectáreas, distribuidas proporcionalmente a lo largo del gasoducto. 

Isidro Escudero, ejecutivo de la Capitanía del Bajo Isoso (CBI), valoró y agradeció el apoyo de GTB al desarrollo de las comunidades guaraníes, dado que se ha reflejado en fuentes de trabajo para sus integrantes, en la generación de negocios inclusivos, alambrados para manejar ganadería y muchas otras acciones.

Informó que son 56 comunidades de la capitanía a su cargo, lo que hace imposible que pueda atender los requerimientos de todas, por lo que el apoyo de GTB S. A. resulta fundamental.

El representante de la comunidad chiquitana de Palmito en el municipio de El Carmen Rivero Torres, Ernesto Vargas, recordó que la relación de la empresa se remonta a 1999, cuando no era más que un conjunto de precarias habitaciones, primero de barro y luego de venesta, a orillas del camino, hasta que GTB S.A. llevó adelante el proyecto de vivienda solidaria, con el cual se dotó de casas a los integrantes de toda la comunidad.