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“¿Qué sentido tendría para un movimiento político provocar violencia si, según todas las encuestas y estadísticas, ganará las elecciones?”, afirma el expresidente Evo Morales en su cuenta de twitter en referencia al Movimiento Al Socialismo (MAS), cuyo candidato a la presidencia del Estado, Luis Arce Catacora encabeza la preferencia electoral, según sondeos en el país.

¿Qué sentido tendría para un movimiento político provocar violencia si, según todas las encuestas, ganará las elecciones? La convulsión en el país solo interesa a los golpistas que arrebataron el poder y saben que no podrán ser gobierno con el voto del pueblo.— Evo Morales Ayma (@evoespueblo) June 18, 2020

El líder del MAS, actualmente asilado en Argentina, tras el golpe de Estado de octubre y noviembre del año pasado que llevó al poder a Jeanine Añez, agrega en su twitter que “la convulsión en el país solo interesa a los golpistas que arrebataron el poder y saben que no podrán ser gobierno con el voto del pueblo”.

El jueves 18 de junio, la presidenta transitoria dijo que su gobierno recibe del MAS, su líder y su candidato, “ataques violentos a la democracia” con un “esquema que de frente utiliza tácticas y métodos terroristas”. Atribuyó a esa tienda política la quema de torres de telecomunicación, el bloqueo de carreteras y la omisión de la cuarentena en el Chapare cochabambino.

El 15 de junio, en las poblaciones de San Julián, Ichilo y Yapacaní del departamento de Santa Cruz fueron destruidas instalaciones y tres antenas de telecomunicación. En redes sociales se comentó que esas acciones son un autoatentado del Gobierno para justificar planes de represión al pueblo o un segundo golpe de Estado que escamotee la posibilidad de que el MAS gane las elecciones programadas para el 6 de septiembre a las que se opone tenazmente la mandataria interina.

Precisamente, en lo que va de esta semana, tanto Añez como los ministros de su gabinete, específicamente de Defensa, Fernando López; y de Gobierno, Arturo Murillo calificaron los hechos suscitados en Santa Cruz y Cochabamba, como “terroristas” y acusaron al MAS de ser el autor de esas acciones.

Durante un acto de entrega de insumos médicos y de bioseguridad en el departamento de Tarija, la presidenta del Gobierno de transición propuso postergar dos meses más las elecciones generales, debido a la emergencia sanitaria por el covid-19. A esto se sumó el hecho de que la Mandataria dejó en la incertidumbre la promulgación de la ley sancionada por la Asamblea Legislativa que establece el acto electoral para el 6 de septiembre.

Dirigentes del MAS y la presidenta del Senado Eva Copa calificaron la actitud del Gobierno de Añez como un pretexto para prorrogarse en el poder, sin tomar en cuenta que la mayor tarea que tiene la actual administración es llamar a elecciones por su condición transitoria.

En marzo, un análisis de nueve sondeos de cinco empresas encuestadoras confirmaba que el candidato presidencial del MAS tenía una alta posibilidad de ganar las elecciones en Bolivia. Se trata del estudio del proyecto Bolivia Electoral, de la fundación alemana Frederich Ebert.

Este estudio señalaba que Arce se mantenía primero, a la luz de esas encuestas, con un promedio de 36 por ciento de votos válidos y por encima de Jeanine Áñez, y del derechista expresidente Carlos Mesa. 

La irrupción del coronavirus y el manejo improvisado en la lucha contra la pandemia en Bolivia además de los 40 casos de corrupción del actual gobierno en tan solo seis meses, podrían haber reducido la preferencia electoral de la presidenta candidata que se muestra en los anteriores datos.

En este contexto, el Pacto de Unidad conformado por organizaciones sociales del país, conminó a la presidenta en transición a realizar los comicios electorales el 6 de septiembre y presentó la “Agenda 2020 para recuperar la democracia y seguir construyendo Bolivia”, vía elecciones soberanas. Mientras tanto, Añez pidió a la policía y al ejército alistarse para detener las acciones de “los violentos”.