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El día en que la presidenta de facto, Jeanine Áñez, dijo que su gobierno es el que más había hecho por la salud en la historia de Bolivia, el diario El Mundo, uno de los más prestigiosos de España, informaba de la catástrofe que vive el país por el Covid-19, al señalar que los datos oficiales de la enfermedad no van con la realidad y que el país es el séptimo en el mundo en muertes por cada 100.000 habitantes, información que no tuvo repercusión en los medios hegemónicos fuertemente alineados al régimen.

“En los últimos tres meses hemos hecho por la salud más de lo que se hizo en décadas, y no me refiero sólo al gobierno del MAS, me refiero a todos los gobiernos del pasado que siempre dejaron la salud de lado”, dijo Áñez el 30 de julio, en un acto de entrega de donación de equipos de intubación en Santa Cruz, palabras ampliamente difundidas por los medios alineados a su gobierno.

A la par el medio español publicaba el reportaje: “La Policía boliviana recoge más de 3.000 cadáveres en calles y casas desde abril”, donde ponen en duda los números que ofrece el gobierno de facto y advierte de la dura situación por la que atraviesa el país a causa de la pandemia.

Estudios como los que elabora la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos, muestran a Bolivia como el séptimo país del mundo con más fallecidos por esta enfermedad por cada 100.000 habitantes, con un porcentaje del 24,73%, y el noveno en cuanto a decesos respecto a los positivos confirmados del nuevo coronavirus, con un 3,8%.”, resalta una parte de la publicación.///////