El tiempo
     Santa Cruz

N Nacional

Entrambasaguas ocultó a las TV ultraderechistas de Bolivia que su padre trabajó para Evo Morales

Entrambasaguas se fue a Bolivia a colaborar con los golpistas bolivianos y pronto se convirtió en una estrella de las teles más casposas. Allí contaba sus hazañas persiguiendo a exministros del presidente “anarcocomunista” y “podemita”

hace 4 año(s)

,

El periodista de OK Diario que firma como Alejandro Entrambasaguas, y que ha sido adoptado oportunamente por la ultraderecha mediática boliviana - tras el golpe de Estado del 10 de noviembre de 2019 contra Evo Morales-, es bastante opaco acerca de su vida privada, sus actuaciones públicas y vínculos familiares.

El periodista madrileño llegó a Bolivia el 28 de diciembre del pasado año, poniéndose al servicio de la ultraderecha boliviana en el poder, para emprender su “cruzada contra el mal” y encontrar las supuestas pruebas que, según él, acreditarían la financiación “ilegal” de Podemos.

Su objetivo, siguiendo instrucciones de su amo y señor, consistió en construir relatos de dudosa solvencia buscando “sorprendentes pruebas” para criminalizar oportunamente a miembros del depuesto gobierno de Evo Morales e intentar implicarlos en una fantástica trama internacional de corrupción que, a su vez, supuestamente, servía para “financiar” a Podemos en España.

Obviamente el trabajo de Alejandro Entrambasaguas era sencillo y unidireccional, ya que los miembros del Gobierno de Evo y los miembros de su partido, el “Movimiento Al Socialismo” (MAS), estaban lógicamente preocupados por el estado de las cosas y huyendo de la represión.

El nuevo régimen paramilitar solo permitía a los medios acceder a los testimonios de aquellos ex miembros del MAS o del Gobierno de Evo que denunciaran supuestas corruptelas, aunque ninguna prueba avalase sus denuncias -tan solo su palabra coaccionada- a cambio de no ser perseguidos o incluso encarcelados.

En esa estrategia Alejandro fue recibido con los brazos abiertos por los poderes fácticos de Bolivia que le brindaron protección y presencia mediática en sus canales de televisión de manera constante, durante prácticamente dos meses.

Poco a poco, cómodamente, Alejandro -formado en un colegio del Opus Dei en España- se fue convirtiendo en el “vocero” del nuevo régimen de Jeanine Añez, la presentadora de televisión ultracatólica que, siguiendo la tradición instaurada por los gringos con Guaidó, se autoproclamó presidenta del país andino con solo 4 diputados.

No solo eso, sino que Alejandro, dada su notoriedad, comenzó de inmediato a recibir llamadas en su teléfono móvil en Bolivia de personas dispuestas a denunciar casos contra el anterior gobierno. Temas que el periodista publicaba en su medio y exponía en la TV pública de la capital del país.

Denunciar a miembros del MAS o del Gobierno de Evo se ha convertido, hoy por hoy, en una vía bastante práctica para que los proscritos puedan ser, junto a sus familias, rehabilitados socialmente por el régimen de Añez, cuyo partido el Movimiento Demócrata Social es hermano del Partido Popular de Casado en la Unión Internacional Demócrata.

ALEJANDRO OCULTÓ QUE SU PADRE TRABAJÓ PARA EVO MORALES

Entre las cosas que Alejandro ocultó durante su estancia en Bolivia está, entre otras cosas, su nombre real, y sin duda tiene sentido. En realidad, el periodista de Inda se llama Alejandro Sanmiguel Entrambasaguas, nacido en Madrid en 1998, justo el mismo día que en 1808 se produjo la carga de los mamelucos.



Su padre se llama Fermín Enrique Sanmiguel Blázquez, es ingeniero, experto en edificación residencial y hospitalaria y trabajó desde finales de 2018 para el Gobierno de Evo Morales hasta su derrocamiento, diseñando y construyendo hospitales públicos.

De hecho, en el currículo del ingeniero y padre del periodista consta como jefe de grupo en la empresa Dragados y fue gerente de la unión temporal de empresas que llevó a cabo la construcción del plan director del Hospital Universitario La Paz de Madrid. En la actualidad es profesor de ingeniería de la construcción en la Universidad Internacional Europea.

En 2017 Bolivia recibió financiación del Banco Iberoamericano de Desarrollo para afrontar parcialmente el Programa Mejoramiento del Acceso a Servicios Hospitalarios en Bolivia, promovido por el Gobierno de Evo Morales, por un importe de 262 millones de Bolivianos, que al cambio suponen en torno a los 33 millones de euros.

La licitación de las obras del Hospital de Potosí salió a concurso internacional en septiembre de 2017 y finalmente en abril de 2018 fue adjudicada a la empresa catalana Grup Rubau, con sede en Girona, junto a la empresa madrileña Ortiz Construcciones y Proyectos.

El proyecto formaba parte del plan de hospitales para Bolivia que impulsó el Gobierno socialista del país y el de Potosí fue el segundo centro sanitario de este tipo que Grup Rubau se adjudicó en el país, después de lograr también adjudicarse, en marzo de 2018, las obras del hospital de El Alto en la capital La Paz.

Para la ejecución de estos proyectos en Bolivia el Grup Rubau, que preside Joan Rubau, acordó designar administrador de obra al ingeniero Fermín Enrique Sanmiguel Blázquez, quien se convertiría en el contacto permanente de la contratista con el presidente Evo Morales y su ministro de Salud Pública.

Así, en mayo de 2019, con las obras del hospital de Potosí ya muy avanzadas -la entrega de las llaves del edificio estaba prevista para marzo de 2020- el propio presidente del país Evo Morales visitó las obras acompañado en todo momento por el padre de Alejandro Sanmiguel Entrambasaguas, y fue seguido por numerosos medios de comunicación, al tratarse de un muy importante acontecimiento social, tanto por la importancia sanitaria como por los puestos de trabajo creados en el país. En todo momento el ingeniero español Fermín Enrique Sanmiguel Blázquez y el presidente boliviano Evo Morales participaron juntos en ese recorrido. La empresa catalana Rubau tiene delegación en La Paz.

Tras el golpe de Estado de noviembre de 2019 las obras hospitalarias en el país fueron paralizadas por el nuevo gobierno, que bloqueó también todas las obras de capital internacional en marcha y los correspondientes pagos de certificaciones de obra.

No se sabe si el ingeniero Enrique Sanmiguel, que trabajaba para el Gobierno legítimo boliviano regresó a España tras estos sucesos, pero lo cierto es que un mes después, el día de los Santos Inocentes, llegaría al país su hijo Alejandro Sanmiguel Entrambasaguas para dar cobertura mediática a los golpistas.

La Ultima Hora


Notas Relacionadas