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Los candidatos que representan a los partidos de derecha no pudieron explicar cómo efectivizarán sus planes de Gobierno durante el debate presidencial organizado por la Federación de Asociaciones Municipales de Bolivia (FAM - Bolivia) y la Confederación Universitaria Boliviana (CUB).

El evento denominado "Hablemos del futuro económico de Bolivia”, desarrollado este sábado, fue el escenario en el que todos los candidatos dieron a conocer sus propuestas; sin embargo, los seis representantes de la derecha solo se limitaron a atacar al Movimiento Al Socialismo (MAS), el único partido de izquierda que participará en las justas del 18 de octubre próximo. 

Todos hicieron promesas pero no dijeron de dónde ni cómo se generarán recursos económicos para sustentarlos. Unos revelaron su intención de iniciar un nuevo proceso de privatización y otros incluso retomar la dependencia mercantil con Estados Unidos. 

Jorge Quiroga, candidato por la alianza Juntos, confesó que gobernará para generar ganancias para el sector bancario; Luis Fernando Camacho de Creemos asumió su línea dura neoliberal; y Chi Hyun Chung, del Frente Para la Victoria (FPV) anunció el cierre de las empresas públicas, otorgación de tierras para inmigrantes extranjeros y la creación de una tierra del pecado en el Salar de Uyuni. 

El candidato de Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, aseguró que las autonomías no funcionan y planteó el federalismo como opción. María de la Cruz Bayá, de Acción Democrática Nacionalista (ADN), habló de la devaluación del boliviano frente al dólar; y Feliciano Mamani, del Partido de Acción Nacional Boliviano (Pan-Bol), de la continuación del saqueo de recursos naturales. 

El candidato Luis Arce, del MAS, fue el único que expuso su plan respaldado con financiamientos sin endeudar al país, con la inyección de recursos para reactivar la demanda y un plan para reactivar el tema productivo.