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El gobierno de la autoproclamada Jeanine Añez encubre su ineptitud e incompetencia culpando por sus fallas al anterior gobierno, cuando lo cierto es que Evo Morales dejó una economía sólida y un país en crecimiento como nunca antes se había visto en la historia de Bolivia.

Según Añez y sus ministros, Bolivia estaría “padeciendo después de 14 años de despilfarro y corrupción”, sin embargo, los bolivianos saben que como nunca antes, durante el gobierno de Evo mejoró la economía y el país creció en un promedio mayor al 4 % anual, y esto pesar del contexto regional desfavorable y a la caída del precio del petróleo.

Con el Modelo Económico Social Productivo Comunitario, sustentado por la nacionalización de los recursos naturales y empresas estratégicas y enfocado especialmente en el reforzamiento de la demanda interna; que impulsado especialmente por el Ministro de Economía y Finanzas Públicas y ahora candidato presidencial, Luis Arce Catacora; el país fue durante el último lustro, líder en crecimiento en Sudamérica.

Ahora, con el gobierno golpista, se eliminó la estabilidad económica que el país gozó en el gobierno de Evo y entre otros síntomas alarmantes la semana pasada, Moodys bajo la calificación de Bolivia a causa de la inestabilidad y manejo arbitrario de la economía del gobierno de Jeanine Añez.

Las cifras no mienten

Entre los años 1994 y 2005, el promedio del Producto Interno Bruto (PIB) per cápita era de $us 961, mientras que, en los 13 años del gobierno de Evo, el monto creció en 248%, alcanzando a $us 2.392, lo que fue evidente en la reducción de la pobreza y de la extrema pobreza en 20 %, permitiendo que tres millones de bolivianos entren a la clase media.

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Este aumento de ingresos se apreció especialmente en los sectores de Salud y Educación. Mientras que entre 1980 y 2005 el presupuesto para Salud fue de Bs 14.900 millones, entre 2006 y 2019 fue de Bs 102.000 millones. Entre 1825 y 2005 (en 180 años) se construyeron 1.084 centros hospitalarios en el país, mientras entre 2006 y 2019 se edificaron 1.036 infraestructuras hospitalarias. En cuanto a educación se construyeron 6 mil modernas unidades educativas en todo el país.

La infraestructura caminera tuvo un desempeño descollante durante el gobierno de Evo, en que se construyeron 5.389 kilómetros de carreteras asfaltadas. Por otro lado, siete millones de personas fueron beneficiadas con la instalación de gas domiciliario.

La inversión pública, unida a la política social redistributiva de las ganancias mediante los bonos Juana Azurduy, Renta Dignidad, bono Juancito Pinto y Subsidio Prenatal Universal hicieron que las bolivianas y bolivianos mejoren su calidad de vida.

No menos importante fue el incremento paulatino del salario básico de Bs 420 al mes a Bs 2.100 mensuales, lo que fue percibido por las bolivianas y los bolivianos en sus bolsillos y les devolvió la dignidad.

En cambio, ahora, en solo cinco meses, el gobierno dictatorial está destruyendo la estabilidad económica, incurriendo en el verdadero despilfarro, haciendo campaña para privatizar empresas del Estado como BOA, YPFB y ENTEL y evitando el avance de la industrialización de los hidrocarburos y el litio, en un panorama preocupante para todos los bolivianos.///