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El presidente de la Sociedad Boliviana de Nefrología, Edwin Quispe Marca, reflexionó sobre la necesidad de generar conciencia sobre el cuidado del filtro natural que tenemos todos en el cuerpo y que, si no se lo cuida, puede llevar a una persona a la muerte.

El experto se manifestó en ocasión del Día Mundial del Riñón, establecido por la Sociedad Internacional de Nefrología (ISN) y la Federación Internacional de Fundaciones Renales (IFKF) para el segundo jueves de marzo.

¿Cuántas personas en promedio sufren de enfermedades renales en el país?

Es necesario referirnos a las personas que sufren de la Enfermedad Renal Crónica (EFC). ¿Qué quiere decir esto? La ERC es la pérdida progresiva que tiene una persona de la función renal ya sea en meses o en años. En una etapa inicial, la enfermedad no presenta síntomas y puede ser tratada. Pero en etapas donde la enfermedad esté más avanzada, la persona puede necesitar diálisis y hasta un trasplante de riñón.

En la actualidad, en Bolivia estimamos que hay más de 3.300 pacientes con Enfermedad Renal Crónica en etapa Terminal (ERET) que reciben Tratamiento Renal Sustitutivo (TSR) tipo hemodiálisis de forma subvencionada en el marco de la Ley 1152 del Sistema Único de Salud.

Aproximadamente 2.021 dializan en 37 centros privados de convenio, 789 en 28 unidades de hemodiálisis municipales y el resto en hospitales de tercer nivel. Probablemente la población de pacientes del sector de la seguridad social alcance un número parecido. Evidentemente esta población de pacientes está creciendo de forma exponencial. En 2005, por ejemplo, en los inicios de la terapia dialítica se registraba unos 63 pacientes por cada millón de habitantes. Hoy en día esa proporción supera los 300 pacientes por millón de habitantes.

¿En qué rango de edad está el mayor número de personas con enfermedad renal en el país?

Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS/OPS), aproximadamente 10% de la población mundial tiene algún grado de ERC y más de 2 millones de pacientes se encuentran en TSR que puede ser mediante diálisis o trasplante renal y una cifra mayor necesita realizar tratamiento, pero por diversos factores, no lo reciben.

El riesgo de ERC se incrementa después de los 50 años y se presenta con mayor frecuencia después de los 70 debido a que el envejecimiento desencadena en cambios estructurales y funcionales renales importantes en el cuerpo como, la disminución del filtrado glomerular que es entre 1 y 1,5 mililitro por minuto (ml/min) por año a partir de los 45 – 50 años. Algo también interesante es que en el último medio siglo, la esperanza de vida en América Latina y El Caribe aumentó, incluso aquellas con una o varias enfermedades crónicas y con factores de riesgo provocando que las repercusiones en órganos como el riñón haya crecido entre las personas de mayor edad.

¿Cuáles son los principales factores que llevan a una persona a enfermar de los riñones?

Hay factores de riesgo que pueden aumentar la probabilidad de que una persona tenga ERC como por ejemplo la diabetes, la presión arterial alta, las enfermedades cardiovasculares, las personas que fuman, que tienen problemas de obesidad, personas con antecedentes familiares de enfermedad renal, anomalías, los que tienen una edad avanzada e incluso los que tienen genética afroamericanos, nativos americanos o asiático americanos.

En la última década ¿Ha habido avances importantes en el tema de prevención y tratamiento? Si es así ¿cuáles?

La prevalencia de ERC, evidentemente está en aumento. Hay un continuo crecimiento de más personas que necesitan TSR.  La morbilidad y mortalidad de los pacientes con ERET en diálisis continúa siendo muy elevada a pesar de los avances que se han dado en el tema como por ejemplo la biocompatibilidad de membranas, membranas de alto flujo, aumento de la frecuencia de las sesiones, control de la calidad del agua, así como también en la diálisis peritoneal con la disminución del riesgo de infecciones, introducción de la cicladora, entre otros.

En la actualidad se empieza a hablar de futuras posibilidades para tratar la ERET tanto con técnicas sustitutivas como con la hemodiálisis, la diálisis peritoneal o el trasplante renal. Así también se considera la posibilidad de regresión de la enfermedad renal crónica antes de la pérdida total de la función renal. Hay investigaciones, por ejemplo, que presentan resultados de hemodiálisis con riñones portables o implantables. En el tema de trasplantes también se mencionan investigaciones con xenotrasplante, de medicina regenerativa y los nuevos inmunosupresores.

¿Cuáles son los aspectos más difíciles de sobrellevar para un enfermo renal?

Sin duda, es escuchar el incremento del número de personas que pasan por la ERC y terminan muriendo. Las razones de esta elevada mortalidad son muy diferentes, pero hay que incluir un aumento muy importante en la edad de los pacientes que reciben estos tratamientos y a una importante comorbilidad asociada. Hay también aspectos sociales y económicos e incluso anímicos que también tienen un efecto en la evolución de la enfermedad en los pacientes

¿Qué síntomas deberían prender la alerta para que una persona acuda a un control de sus riñones?

Se puede enfermar de los riñones a cualquier edad, por eso es necesario prevenir. Sin embargo, se debe prestar mayor atención a las personas que presentan factores de riesgo por ejemplo diabetes, presión alta, familiares con insuficiencia renal, si tiene más de 60 años, si ha usado medicamentos que dañan los riñones durante varios años, entre otros. Mientras más factores de riesgo tenga la persona, mayores son las probabilidades de padecerla. La mayoría de las personas con enfermedad renal temprana no tienen síntomas. Es por esta razón que es tan importante hacerse exámenes periódicos para un diagnóstico temprano y oportuno. En los estadios posteriores de la enfermedad renal, es posible que la persona presente cansancio constante, dificultad para pensar claramente, falta de apetito, dificultad para dormir, boca seca, picazón de la piel, calambres, necesidad de ir al baño con más frecuencia, hinchazón de pies y tobillos e incluso bolsas alrededor de los ojos especialmente por la mañana.

Si tuviera que aconsejar hábitos prácticos para evitar dañar los riñones ¿cuáles serían?

La conocemos como las 8 reglas de oro que son: mantener el organismo en forma y en constante actividad, realizar de manera regular controles de los niveles de glucosa en la sangre, monitorear cada cierto tiempo la presión arterial, comer saludablemente manteniendo el peso bajo control, mantener una ingesta de líquidos saludable, evitar fumar y no automedicarse.

¿Qué espera el sector salud de las autoridades de turno para tratar a los enfermos renales?

Antes de la pandemia manteníamos una comunicación estrecha del Ministerio de Salud con la Sociedad Boliviana de Nefrología sobre todo con el propósito de concientizar a la población sobre las medidas preventivas que se debe adoptar desde el ámbito personal. Esperamos también que se desarrollen políticas dirigidas al ámbito educativo y comunicacional respecto a la detección, el manejo y el tratamiento de la ERC. La enfermedad renal se puede prevenir y la progresión de la enfermedad renal en etapa terminal también se puede retrasar teniendo el acceso apropiado a diagnósticos básicos y tratamientos.