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El comandante de la Policía Boliviana, general Jhonny Aguilera, informó ayer que la acción ejecutada por la Administración de Control de Drogas (DEA) que infiltró a dos agentes en la organización de la que era parte el exjefe antidroga Maximiliano Dávila operó en Bolivia de manera “clandestina”.

Aguilera explicó que no hubo en ningún momento intercambio de información entre la DEA y el Estado boliviano y eso quiere decir “que no existe la posibilidad de compartir información, mientras la dueña de esa información, no la comparta".

En informe de la oficina antidroga de los Estados Unidos, al que accedió Urgente.bo, se da a conocer que son al menos dos los infiltrados. Ambos se hicieron pasar por compradores de droga y son de origen dominicano.

El Ministerio de Gobierno identificó a uno de ellos con las iniciales D.R.C., el otro sería Ignacio Angus, que está en Brasil. Según Jorge Roca Suárez, alias el Techo ‘e Paja, el de las iniciales responde al nombre de Daniel Rodríguez Canelo.

“Hemos conocido de manera extraoficial de un plan Los Andes, que hace entender que había personas que se han reunido con un grupo donde estaba un agente infiltrado, los cuales habían prometido que tenían la posibilidad de exportar sustancias controladas. Los informes de inteligencia emanados por el Ministerio de Gobierno nos hacen entender que este tercer hombre resultaría ser Maximiliano Dávila", declaró Aguilera a la red Unitel.

HERMANOS MONTAÑO

Jheyson y Herland Montaño, los dos hermanos que ofrecieron fabricar droga en laboratorios en Bolivia para una organización de narcotraficantes en el que está involucrado Dávila, fueron extraditados a Estados Unidos.

Robert Abreu, abogado del boliviano, informó que su cliente se declaró "no culpable" de los cargos que se le acusan.

"A él no le han incautado en ningún laboratorio, no le incautaron drogas, no le incautaron grandes sumas de dinero, no le incautaron propiedades, hay que ver que pruebas tiene el gobierno americano”, declaró el jurista a la red Unitel.

De acuerdo al informe de la DEA, los hermanos Montaño trabajaban con Jhon Cahuana Barrientos, otro narco boliviano y el peruano Rómulo Ramírez Rodríguez.

"Quienes eran proveedores de cocaína a gran escala y que operan laboratorios de cocaína en Bolivia", dice el documento de la agencia antidroga y que está en manos del Tribunal del Distrito Sur de New York.

En octubre de 2019, el agente infiltrado de la Agencia de Control de Drogas, que se hizo pasar por comprador de las sustancias controladas e indicó ser de República Dominicana, se reunió con los hermanos Montaño Fernández.

Ellos le contaron al de la DEA, que además se hizo pasar por narco, la ubicación de su laboratorio de cocaína y donde la producían.